Estamos en precampaña y los políticos ensayan la repetición de la campaña de Diciembre con cuatro aspectos que la diferencian de ella; uno es el del gasto, que en esta ocasión se va a ver reducido al menos es lo que se refiere a carteles callejeros; otro la crítica a los adversarios por lo que cada uno tuvo que ver en el fracaso de la formación de Gobierno; el tercero el desgaste de los nuevos partidos emergentes ,que desde las elecciones municipales están enseñando sus vergüenzas allá donde gobiernan o dando palos a ciego y jugando con dos barajas; el último la formación del frente popular encabezado por la nueva izquierda comunista-populista que pretender conseguir la hegemonía en el discurso machacón y empalagoso de la rojería.

Algo habrá que añadir a lo que ya se dijo y prometió en Diciembre y por eso algunos se encargan de desempolvar viejos proyectos, unos viables y con futuro, otros pura añoranza. En la tertulia del jueves pasado en este medio se trataron, con la brevedad que permite la hora escasa del programa, algunos de ellos. Tanto las representantes de los dos Partidos mayoritarios como en Presidente de la FAVA trataron el asunto del aeropuerto albaceteño como si de algo plausible y de futuro se tratara.

El Aeropuerto  fue un sueño del que Albacete ya despertó hace tiempo y ha asumido la dura realidad. Una actividad supeditada a la ley de la oferta y la demanda no puede mantenerse a base de dinero público como se hizo en los primeros años. A  ninguna Compañía le interesa operar si no hay volumen de negocio suficiente y Albacete no lo tiene. Los viajes diarios a Barcelona no cubrían ni la mitad del pasaje y los semanales de Palma resultaban carísimos. El aeropuerto no tenía sentido en su momento ni lo tiene ahora. Una ciudad que no llega a los doscientos mil habitantes, que tiene a una hora  y a hora y media los aeropuertos internacionales de Alicante y Valencia respectivamente, con mil posibilidades de vuelos baratos y enlaces a cualquier destino, no puede soñar con una instalación de este tipo y además hacerla rentable. Si la sociedad albaceteña no demanda sus servicios de nada sirven inventos y experimentos.  Seamos realistas, el aeropuerto albaceteño fue el sueño de una noche de verano, cuando el ladrillo estaba en pleno apogeo y se encendían los puros con billetes de 100€, cuando todo el mundo quería aeropuertos, puertos deportivos, polígonos industriales, circuitos de velocidad, parques empresariales etc. etc. Ahora, pasada la euforia y vueltos a la realidad, las instalaciones las utilizan cuatro vuelos chárter de cazadores en otoño y de cuando en cuando la Empresa Aeronáutica Airbus si traslada personal a o desde Francia y Alemania. La actividad de la Base Aérea y el TLP no influyen  ni aportan nada comercial a los resultados de explotación del aeropuerto por AENA.

 

Algo diferente y de ello también se habló es la Plataforma Logística Intermodal, que lleva años coleando sin que nadie de el paso definitivo para ponerla en marcha. Se perdió la oportunidad cuando fracasó el proyecto de aeropuerto comercial con puerto seco y aduana de La Roda, que Bono y Barreda (B&B) se encargaron de mandar al garete mientras planeaban la mayor ruina y mayor vergüenza financiera conocida en la Región, el fantasmal aeropuerto de Ciudad Real y el Reino (o Ínsula) de D. Quijote. El aeropuerto comercial de La Roda fue el precio que Barreda exigió a Bono a cambio de Eurocopter y que después desvirtuó convirtiéndolo en un aeropuerto de pasajeros con pretensiones de ser la descarga de Barajas sin contar con los más de doscientos kilómetros que los separan.

 

La Plataforma Logística Intermodal es el gran reto para los políticos albaceteños y regionales. Hay que hablar menos y trabajar más. De nada vale airear el asunto en vísperas de elecciones. Una Plataforma Logística junto a la estación de Adif, con puerto seco, aduana y alcance intermodal, carretera, ferrocarril, aeropuerto y puertos próximos del Mediterráneo, con todo lo que conlleva de servicios, instalaciones, empresas de transporte, agencias, asentadores, transitarios etc.  haría de Albacete un nudo importante en el transporte de mercancías de la España meridional.

La situación geográfica de Albacete, la proximidad al Mediterráneo y las excelentes comunicaciones, autovías y doble vía férrea, tradicional y de alta velocidad así como la carencia de instalaciones similares en un radio de cientos de kilómetros –la más próxima Azuqueca de Henares en Guadalajara y Antequera en Andalucía – hace que sea un punto estratégico que los gobernantes regionales deberían estimar y potenciar. Y no digamos de los Diputados y Senadores que sestean en Madrid y pueden conseguir que alguien en el Gobierno se acuerde de esta tierra.

 

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Aeropuerto, plataforma y elecciones

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