Bueno pues la Feria quedó atrás. Hoy es el martes de resaca –si en Sevilla con una semana tienen un lunes de resaca, aquí con diez días qué menos que lunes y martes- y empiezan las penitencias culinarias después de haber agotado las gambas de siete mares y  toda la población de cerdos en cien millas a la redonda. Una gran Feria la de 2017 rematada por un lado con un  maravilloso castillo de fuegos artificiales  al son de “Mi Ciudad”, la composición de Soler, Sánchez y Tormo a ritmo de discoteca que espero no se convierta en un nuevo himno de la ciudad, que Albacete es más que eso. Por otro lado, con  la ausencia del grupo municipal socialista en el cierre de la Puerta de Hierros, como si la Feria no fuera con ellos o solo cuando gobiernan, que de eso tienen costumbre –ya un alcalde socialista de Yeste que ganó por seis a cinco, nos dijo nada más constituida la Corporación “Vosotros ya no hace falta que aparezcáis por aquí”.

Una gran Feria en todos los sentidos, para todas las edades y gustos. El centenario de “La Chata” fue inigualable, desde su presentación en el Teatro Circo –convertida también en un homenaje a Dámaso- hasta el espectáculo de luz y sonido – video mapping-  que habrá sido sin duda el espectáculo más visto y más valorado por los albaceteños. Y no digamos de la feria taurina, que este año ha brillado por el indulto de “Orgullito” y las numerosas salidas por la puerta grande.

Mucho ruido, como siempre;  más limpieza que siempre;  menos altercados que lo habitual tras una estrecha vigilancia de la Policía Local y Nacional; más botellón del autorizado, como también va siendo habitual y aquí me detengo un momento para justificar su existencia visto el expolio que las carpas discoteca hacen de los bolsillos de los que dando todo por bueno nos martirizamos bebiendo no se qué y temblando todo el cuerpo al ritmo del ruido, que no de la música. Los jóvenes no disponen de bolsillo para ser expoliado, por eso se lo montan al lado, delante, detrás; todo muy bien si no fuera porque se olvidan de que están en un espacio público donde disponen de contenedores de residuos, que no usan y donde hay multitud de  gente  que ajena a su “necesidad” pasean por “la cuerda” recorriendo los puestos. Los chiringuitos, pues de todo; entre gamba y gorrino, gorrino y gamba, so pena de que la estafa llegue a mayores la gente está de feria y todo lo transige y como cada año, hay una caseta o chiringuito que destaca y desde aquí mi reconocimiento a la cocina y al servicio de los que han atendido la caseta de Magisterio

Si las cifras son ciertas, dos millones y  medio de visitantes son muchos visitantes y eso hace que la Feria de Albacete siga siendo con el paso de los siglos la Feria de todos, manchegos, serranos, castellanos, valencianos y murcianos. Esa es la mayor razón de que entre todos la potenciemos y cuidemos, ¡qué importa si los concejales socialistas van o no al cierre de la Puerta de Hierros!.

Acaba la Feria y comienza el otoño. Siempre se ha hablado de otoños calientes por las protestas laborales pero este año éstas dejan paso a otra forma de calentar el otoño, la movida catalana con su delirante desafío a todo orden establecido, incluso al suyo. Visto que el código penal en tiempos de Zapatero quedó reducido a una colleja y poco más para los que se afanan en subvertir las normas que han regulado durante cuarenta años nuestro Estado democrático, poco margen queda a Rajoy y a los  jueces para doblegar a los crecidos secesionistas, que no pueden ser acusados de tales si no arman la marimorena en la calle –no la que han suprimido en 13TV a petición de los curas y obispos catalanes-  o se sublevan en masa contra la autoridad y las leyes.

Esto parece el juego del ratón y el gato. El Gobierno buscándole la vuelta  al Gobern y este poniendo trampas y lanzando fanfarronadas por doquier. Los socialistas sumidos en la indecisión o en el miedo a no saber que decir o hacer; hoy digo digo y mañana digo diego. Cada vez que habla su portavoz en el Congreso –la cara es el espejo del alma- suben los votantes del PP y cada vez que hablan Iglesias y los suyos suben los votantes del PSOE, así que al margen de lo que haga Rajoy en estos días, que Margarita Robles y Pablo Iglesias no callen y si es posible también, el tarado de la Pampa y el sub-todo de la impresora que sigan con sus venenos y ocurrencias. El día 1 de Octubre habrá o no referéndum pero sí es seguro que el día 2 habrá revueltas callejeras, quema de mobiliario público, intentos de asaltos a edificios del Gobierno y más y más; hasta es posible que el mismo “Cocomocho” en un ataque de locura se despoje de su cubierta y anuncie el nacimiento de la república islámica catalana, adelantándose cincuenta años a lo que sí es previsible.

En fin, un otoño caliente que nos va a tener más tiempo del normal con la mirada fija en la caja tonta. Como siempre, después de la tormenta vendrá la calma, pero cuando la calma llegue a las Ramblas Cataluña ya no será lo que fue. Habrá dos Cataluñas irreconciliables y en medio de ambas un millón de inmigrantes en su mayoría  seguidores de Mahoma. Tres mundos en coexistencia posiblemente no pacífica que harán cavilar a la clase política si es que a esas alturas tiene capacidad de respuesta.

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De la Feria al otoño caliente

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