Después de cuatro meses “absolutamente estático”, el Sr. Rajoy nos dice en un tuit que:” Después de estos meses, así veo la situación política”.Después de tan tremendo esfuerzo asombra que, habiendo estado presidiendo, durante cuatro años, el Gobierno de España, no haya rendido cuentas de su gestión, ni para las elecciones del 20-D, ni hasta ahora para el próximo 26-J. Quizás los datos le “abrumen” ante la cantidad de récords batidos. Empezando por el último, la deuda pública. El endeudamiento del conjunto de las administraciones públicas, según los datos del Banco de España, supera ya el billón de €uros, por encima de la riqueza que se produce cada año. Se trata de la tasa más elevada desde principios del siglo XX. El dato es muy preocupante. Ahora los bajos tipos de interés reducen el coste de financiación de la deuda, pero puede cambiar si el BCE (Banco Central Europeo) decidiera endurecer la política monetaria y poner fin a las medidas de inyección de liquidez.                                

Desde que accedió a la presidencia del Gobierno hay un millón menos de jóvenes de 35 años trabajando, según la Encuesta de Población Activa. El Sr. Rajoy es el presidente que menos ha subido las pensiones públicas desde 1975: solo el 1% en cuatro años. A lo que hay que añadir el aumento de los copagos y todos los impuestos a los pensionistas. Es el único presidente rescatado por el FMI (Fondo Monetario Internacional). Desde 2011 el crédito a empresas y familia se ha desplomado en 300.000 millones, el 30% del PIB. Desde 2011 se trabaja un 7% menos de horas y la masa salarial, por la reforma laboral, se ha desplomado en 30.000 millones, el 3% del PIB.

En el año 2015, los ingresos públicos en ningún momento crecieron por encima del 3% anual, unos 10.000 millones menos de lo previsto. Pero el Sr. Rajoy miente una vez más para eliminar la subida del IRPF de 2012 que había negado mil veces. Según el Gobierno esa rebaja supone 9.000 millones menos de recaudación y explica la desviación del déficit. El Sr. Rajoy deja los tipos del impuesto en el mismo nivel que 2011, salvo para el 5% de españoles de rentas más altas. Pero al bajar la masa salarial, el impuesto recaudará menos. Rajoy es el primer presidente con el que ha caído la población y con el que los españoles hemos tenido que emigrar. España sufre cinco años y medio con una tasa de paro por encima del 20%, su periodo más largo. Más de 1,2 millones de trabajadores llevan cuatro años o más en paro. Más de 3,7 millones de parados no perciben prestación alguna. Solo el 27,8 de desempleados percibe de algún tipo de seguro de desempleo, según la EPA. Un 27,7 de los parados lleva más de tres años sin trabajo; el porcentaje de los parados de larga duración, sigue creciendo pese al descenso de la tasa de desempleo.

Desde luego la herencia de Rajoy la refleja la Seguridad Social. Había recibido del presidente Zapatero sus cuentas sin déficit y en la hucha de las pensiones 66.000 millones. Pues bien, la hucha está que apenas llega a la mitad y las cuentas, con un agujero de 15.000 millones. Este año 2015, con todo a favor y creación de empleo, el agujero de las pensiones continuó aumentando y el Sr. Rajoy deja en quiebra el sistema de pensiones.

Ante este “vía crucis de éxitos”? ¿Cómo le ha afectado a nuestra sociedad Sr.Rajoy? Mire, hay un fuerte sentimiento de abandono, hostigamiento y agravio que experimentan muchas personas por parte del gobierno y de las élites. Sentimiento de abandono ante los efectos que la crisis tuvo sobre el paro, la caida de ingresos y el deterioro de las condiciones de vida de los sectores sociales más débiles de la sociedad; de forma particular, de los jóvenes y los niños que viven en hogares sin ingresos. Sentimiento de hostigamiento por el ensañamiento de la política de recortes de gastos sociales y de devaluación de los salarios sobre esos mismos sectores. Y sentimiento de agravio ante la evidencia de cómo se ha ayudado con recursos públicos a los bancos y los banqueros y, por el contrario, como se ha dejado en la cuneta del desempleo y del desahucio a los desfavorecidos.

Ese abandono, hostigamiento y agravio tiene mucho que ver con lo que en clave de Adam Smith, el padre de la Economía clásica, se podría llamar: la corrupción de los sentimientos morales de la sociedad. Al igual que el historiador Tony Judt (en, Algo va mal):”nos hemos vuelto insensibles a los costes humanos de las políticas sociales en apariencia racionales cuando se nos dice que contribuirán a la prosperidad general y, de esta forma, implícitamente a nuestros intereses individuales”

       Hablar de corrupción de sentimientos morales, tiene como referencia a la forma en como se están llevando a la práctica  políticas económicas basadas en ideas que no tienen fundamentos sólidos en el conocimiento económico existente ni en la experiencia histórica. Estos años hemos visto desde instancias políticas europeas y de organizaciones de intereses económicos financieros se ha reclamado, cuando no impuesto, a los gobiernos “políticas duras de ajuste”, conociendo su  falta de fundamento y sus efectos dramáticos sobre los más débiles. Sin olvidar que, desde las mismas instancias se ha considerado el aumento de la desigualdad y la pobreza una consecuencia inevitable de la lógica de las fuerzas del mercado y el cambio técnico, cuando en realidad era una opción política. ¿Le suena Sr.Rajoy el párrafo?

       El principio de los sentimientos morales de la sociedad, que Adam Smith consideraba básico para el buen funcionamiento de la economía de mercado y la existencia de una sociedad decente. Hoy tiene su equivalencia en la cohesión social y el de igualdad de oportunidades. Cuando se quiebran los dos principios, como ha ocurrido ahora, comienzan los problemas de convivencia. Esto no cabe en su tuit Sr. Rajoy. Si eso es lo que ve, su visión es muy reducida y deformada.

 

Mirada perdida, Señor Rajoy

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