El título del artículo lo propongo por la promoción de viajes turísticos a zonas pobres, a veces teóricamente, para sacar algún tipo de rentabilidad, económica o de conciencia, utilizándolas como espectáculo.
En este artículo, así como en los posibles siguientes, expreso mis impresiones, visiones, reflexiones…, lo que me toca el alma, exteriorizar mis sensaciones, los sentimientos que me provocan mis pensamientos por lo que he visto. Nunca sentar cátedra. La verdad no es única, salvo la científica y también ésta ha cambiado según el progreso. Por eso me creo un librepensador.
Voy a mentar a mi mentor, que ya desarrolló lo que le parecía el artículo sobre la pobreza, aparecido en la revista The Lancet, en el que básicamente se decía que la pobreza acorta la esperanza de vida en unos dos años. También la amenaza que representa el cambio climático en la salud, directa o indirectamente, como el estrés postraumático por los sucesos climáticos extremos. Se recomendaba, entre otros, como se sabe, la reducción de la emisión de gases de efecto invernadero.
Viene todo esto a cuento de lo que observo en la India, séptima potencia económica mundial, independiente desde 1947, por su política de no violencia, con su líder Ghandi, asesinado al año siguiente por un fundamentalista hindú (palabra polisémica, como se sabe, pues se refiere tanto a los habitantes de India, como a los seguidores del hinduismo). Como toda religión, ha tenido y tiene gran influencia en la vida cotidiana. Coexiste el hinduismo (la más numerosa) en la India con el budismo, cristianismo…, Aquella es una actitud ante la vida y el mundo. Es una coalición de religiones, sobre todo la índica y la veda, ésta por la invasión de los arios hacia 1.500 a.C; los primeros agrícolas y los segundos guerreros que, obviamente, impusieron su fuerza física, acompañada por su fuerza espiritual, constante binomio en la historia. Usaban rituales que solo entendían los sacerdotes, gurús (¿os suena a algo?). Tienen cientos de dioses, siendo los más importantes los componentes de la Trimurti, Trinidad Hinduista, por lo que tiene cierta similitud con alguna otra religión de la zona. Su principal dios es Shiva. Curioso que celebran su cumpleaños (¿no es eterno entonces, cuándo nació, de quién?). Tiene un tridente con el que destruye lo innecesario, para que vuelva a ser creado. Se recubre de ceniza de crematorio, pues la muerte es la realidad última de la vida. Es de color azul y manda sus avatares. Otro dios es Bahmá, el creador y el tercero, Visnú, el preservador. Hay un Consejo Mundial Hinduista para unificar credos. Predican la no violencia, ideología y práctica ético-política, tanto como medio, como en sus fines para lograr un cambio social, tales como revoluciones.
Este gran país es el principal importador de armas del mundo. Es potencia atómica (creo que hay diez países que lo son) desde 1974. El presupuesto armamentístico supera al de Alemania o Francia. Por su desarrollo es uno de los países más contaminantes del mundo, lo que conlleva más muertos por este hecho. Las hijas son indeseadas, lo que hace que existan un 9% más varones, mediante abortos.
Pues bien, junto a tanta potencia económica y militar y, permítaseme, religiosa, también con grandes construcciones monumentales, coexiste una pobreza extrema aceptada. Me chirrían los oídos y la vista cuando se dice allí, con resignación, que “soy pobre gracias a dios”. Y ahora viene otra paradoja y que da título al artículo, los viajes turísticos a “ver pobreza”. Cuanta gente viene de allí y dice: ”yo es que no podía ver aquello, no lo podía soportar, es el mayor impacto de pobreza que he recibido, todo el mundo debería ir allí para conocer lo que es la pobreza (¿y si se acercasen a cualquier centro de Cáritas?)…”
Los invasores arios y sus vecinos, impusieron su corsé de castas, muy en vigor todavía, de ahí la pobreza aceptada, lo que inmoviliza y estratifica el sistema socio-político-económico. Mira por donde, algunos partidos lo han adoptado, allende la India. Todo “power religion”.
Cómo no citar al río Ganga (Ganges), posiblemente el más contaminado del mundo, en cuya cuenca vive el 8% de la población mundial. Considerado la diosa Ganga, que discurría por el cielo. Los dioses se reunieron para otorgar el beneficio de sus aguas en la tierra necesitada, pero sin inundarla. El dios Shiva lo bajó a la tierra, fecundándola, a través de sus cabellos para beneficio de los humanos, que morían de sed. En este río sagrado, los indios se bañan, beben, defecan, arrojan sus cadáveres y las cenizas de éstos (George Harrison incluido) y el de sus animales. También arrojan sus desechos las fábricas y demás, de tal forma que el agua no tiene oxígeno y no permite vida de peces, salvo algún delfín ciego. Tiene 500 veces más partículas dañinas que lo permitido para baño.
No olvido el enfrentamiento que existe con Pakistán. Como curiosidad expongo que las películas de Bollywood (juego de palabras porque la industria del cine está ubicada en Bombay y que tiene su parecido, por la factoría de cine, con Hollywood), ya se ven en Pakistán, lo que ha hecho quitar tensión a la relación entre ambos países. La mayoría de las películas (¡oh!, las llaman el opio del pueblo, otro más) son de corte musical y duran tres horas y son muy aceptadas.
Y menos mal que en la Constitución de India, la más larga del mundo, laica, se separa la religión del Estado, pero como dice la frase, “Con la Iglesia hemos topado, amigo Sancho”, que, como bien es desconocido, nunca escribió D. Miguel, pero se la atribuyen, dando a “topado” el valor de Iglesia institución, cuando D. Quijote, bendito él, dijo “dado”, refiriéndose a iglesia edificio, al que llegaron en el Toboso, cuando buscaban el palacio de Dulcinea.
India es un país maravilloso, así como sus gentes, los más de 1.200 millones y como dice su lema: “La verdad sola triunfa”.
Sufrido lector, si has llegado hasta aquí, gracias por leerme. Verás que no voy a sacar conclusiones, aunque las tenga, pero esas, ¡ah!, me pertenecen. Cada uno que se equivoque por sí mismo.
