En la farsa de la política y los políticos está a punto de terminar el primer acto. Seguramente el 26 de Junio se levantará el telón y dará comienzo el que se espera sea el segundo y último. Por el escenario han desfilado todos y cada uno de los que pretenden gobernar, cogobernar y simplemente recoger las migajas. Hoy le ha tocado hacer su papel a estos últimos, los de las migajas, Compromís. Ni corto ni perezoso Joan Baldoví va y le dice al rey y a los Partidos de izquierda que ha encontrado el Bálsamo de Fierabrás con el que cree sanar las heridas de estos cuatro meses de disputas, recomponer el cuerpo político y prepararlo para el buen gobierno.

Cuatro meses de silencio y a última hora aparecen con la pócima, no porque crean de verdad que va a sanar a nadie sino por hacerse acreedores a ese minuto de gloria mediática que le estaban negando el “trío calavera”. Se inventan una soflama de treinta puntos que se resumen en dos: Primero, hay que derruir todo lo anterior. Segundo, después ya veremos qué se hace.

No es lo grave que cuatro desnortados aparezcan en las postrimerías del primer acto dando la nota que haga reír al público en el intermedio; lo grave es que hay alguien con “ansia pura” que le ha comprado el mensaje y con unas mínimas anotaciones discordantes se cuela en la obra y mientras baja el telón sale a decir que acepta veintisiete de los treinta puntos del catecismo de Compromís. El “ansia pura” se reserva y saca al escenario a ese segundón con cara de agrio, Antonio Hernando, que se ha pasado los cuatro meses poniendo velas a todos los dioses y a todos los diablos que en el mundo habitan.

¡Qué triste la súplica de Pedro Sánchez!, ¡Que vergonzosa la pérdida de dignidad arrastrándose ante Iglesias o quién sea necesario para llegar a ser reina por un día!. Pedro I el guapo, lacayo que fue de la sultana de Sevilla está llegando a su fin. Los tiempos de “espejito, espejito, díme quién…” se le están terminando. Nadie en la historia reciente española se rebajó tanto, ante tantos y tantas veces como este aspirante a “ex”. Nadie miró tanto por su interés personal y menos por el de España que este Adonis, del que la Afrodita andaluza pudo andar enamorada y que en la montería monclovita cayó a manos de una fiera salvaje con cara de ángel. De su narcisismo, quedará en la memoria del espectador aquel dicho acaecido en un pelotón de fusilamiento de un imaginario régimen estalinista: “¿Tiene el reo un último deseo antes de ser ejecutado?; ay, sí, por Dios, contesta el reo, que me maquillen”.

De cualquier forma, este sinsentido de Compromís huele más a una última maniobra de Pablo Iglesias por ridiculizar a Sánchez y cargar sobre él todas la culpa del fracaso de la izquierda y de la clase política en general. Una maniobra que saliendo de un grupo díscolo dentro del mundo podemita permite a Iglesias enarbolar la bandera del “todos lo hemos intentado; el PSOE solo sabe decir no, Sánchez es el culpable”. Al otro miembro del trío le ocurre lo que dice el viejo refrán castellano, “el cabrón es el último que se entera”. Sale de ver al rey y se los encuentra casi puestos. Ah, y no es el primer intento; veremos si al final éste también celebra el día de San Marcos.

Sin salir de la farsa pero cambiando de escenario, ¿Qué vamos a hacer en Albacete el 26 de Junio?. Los que hayan decidido quedarse en su casa, actitud muy loable por cierto visto lo visto, no tendrán que estrujarse los sesos pensando en quién. En cambio, los que decidan ir a las urnas lo van a tener más difícil. ¿Alguien en su sano juicio va a votar al PP de ANTONIO SERRANO? o ¿Alguien en su sano juicio va a votar al PSOE de AGUSTÍN MORERO?. Podemos, Izquierda Unida y Ciudadanos se estarán frotando las manos aunque tampoco están para tirar cohetes. Solo falta que el 26 de Junio haga buen día de playa; voy a votar a los de Serrano en Benidorm.

FRANCISCO DEL HOYO

Compromís: ¡Qué boda sin la tía Juana!

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