Hace veinte días el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) publicó el barómetro correspondiente al mes de octubre. En el se revela que el 53,9% de los encuestados tiene “ninguna confianza” en el presidente del Gobierno Sr. Rajoy. A este dato hemos de sumar un 28,6% que manifiesta tenerle “poca confianza”. Con estos datos sobre la mesa resulta impensable continuar con las políticas económicas conservadoras, siendo guía para el futuro, como propone el Sr. Rajoy, ahora solo basta esperar a que el tiempo lo cure todo. Es imprudente y suicida semejante actitud ante el elevado riesgo para la estabilidad social de España, sometida a la mayor desigualdad de nuestra historia reciente.

         En su balance de legislatura el Sr. Rajoy ha vuelto a hacer, lo que ha estado haciendo desde que está de inquilino en La Moncloa. ¡Nunca se ha dirigido a los ciudadanos españoles! Siempre se dirige a sus militantes, con un lenguaje más propio de un presidente de un consejo de administración, que explica a sus “accionistas” una fría cuenta de resultados. Aun así es inaudito que dijera: “se ha superado la crisis sin que nadie quedara en el camino” o “la prima de riesgo, ha dejado de ser un problema”.

         Su objetivo de lucha contra la corrupción, es un ejercicio de cinismo y falsedad. Hasta los fiscales más conservadores, denuncian abiertamente que el actual Gobierno legisla para dificultar la lucha contra la corrupción. Su gran logro y medida contra esta lacra, ha sido la Oficina de Recuperación y Gestión de Activos, una oficina que cuando se inauguró, antes de la convocatoria electoral estaba vacía y al día siguiente cerrada, no teniendo ni funcionarios asignados.

         A sus “accionistas” el Sr. Rajoy les dice que ha gobernado dialogando y hablando con todos, cuando la cruda realidad es muy distinta, Todas las leyes más importantes, se aprobaron en las Cortes solo con los votos del PP. La reforma del Tribunal Constitucional; el Código Penal; la Ley de enjuiciamiento Criminal; la Ley de seguridad ciudadana; la Ley de educación, etc. Todas tuvieron el rechazo del resto de la Cámara. Además borró en la cuenta de resultados de su legislatura ha borrado: según el Congreso ha eludido 105 peticiones de comparecencia presentadas por la oposición.

Estas elecciones tienen una transcendencia especial. Nunca ha estado la cohesión territorial de España tan afectada como ahora, como consecuencia de la brecha abierta en Cataluña por la tensión separatista y los intentos emprendidos para llevar adelante el proyecto de “desconexión” de España. Sin olvidar la salida de una prolongada crisis económica, que ha puesto a prueba algunos de los consensos básicos de la sociedad española, acentuando las desigualdades preexistentes. Además, la alta competitividad electoral y por los cambios importantes que ha habido en la oferta electoral.Todo ello ha abierto la necesidad del debate público abierto, en pagina web o en TV, con la presencia de los cuatro aspirantes con más posibilidades. 

 

En el umbral de la campaña

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