Parece casi un cuento esto de prejuzgar nuestra democracia sobre si es o no «plena», lo del derecho y libertad para expresarse, y el interés de los antisistema para hacernos, como diría un ex Presidente del Congreso albaceteño, «comulgar con ruedas de molino». Claro, casi es bueno ser de La Mancha para saber lo grandes que son las ruedas moledoras de nuestros molinos de viento.

 

Dicho así, sin entrar en detalle, parece que han metido en la cárcel a alguien por «rapear» contra el rey, y eso, visto así, desde la perspectiva del que se ofusca con todo lo que tenga que ver con la jefatura del estado de nuestro país, pues que ni a huevo, pero vamos a ver con algo más de detenimiento el caso. Este individuo, ilerdense de treinta y tantos, utiliza un tipo de música para hacer política, hasta ahí, válido, pero si uno mira su listado delictivo para empezar es al menos tan largo como el discográfico, y si indagas sobre el motivo de la condena es el de «enaltecimiento del terrorismo e injurias a la Corona», de lo primero no me cabe duda cuando aplaude y anima a grupos terroristas como ETA o Al Qaeda, presenta en sus letras formas de acabar con la vida de políticos como Patxi López o el mismo José Bono, enfrenta en sus letras de forma impune, imprudente y temeraria proponiendo incluso la muerte hacia los votantes del partido popular, arremete contra las fuerzas de seguridad del estado calificándolos de mercenarios, fascistas y asesinos, y por si fuera poco habla de la corona con toda una serie de calificativos que no me atrevo ni ha reproducir, llegando a proponer hasta su ejecución en las calles… Dejo en este enlace, algunas de sus sentencias y juzguen ustedes mismos yo no me atrevo a reproducir ni entrecomillado tales barbaries (El Mundo).

 

Y entonces llegan los demagogos, los agitadores, que ahora también forman parte del gobierno, y lo justifican con una cortina de humo llena de libertad de expresión, la misma que en el estrado del Parlamento aplican para pedir el control del poder de los medios de comunicación, la misma ante la que se indignan cuando se sienten perseguidos en carreteras de Asturias pintadas contra su líder, si la misma, o ¿acaso son diferentes las varas de medir?

 

Este tufo anti-sistema ha llegado a las instituciones y no cejará sus embistes mientras se les permita, por todo ello, no se puede mirar hacia otro lado, no todo vale en política ¿o sí?

 

Hasel y la Kale Borroka podemita

La Opinión |