Suena a chiste lo de los “cien años de honradez” que el PSOE paseaba por los mítines y carteles de los primeros años de la democracia. De 1879 a 1939 fueron sesenta años en los que el PSOE robó a los españoles. Primero nos robó  la paz rebelándose contra el poder legalmente constituido y mayoritariamente aceptado de la República en 1934 y en los años siguientes robando a los españoles sus reservas de oro del Banco de España  con las que sobrevivieron cuarenta años de holgazanería hasta que llegó el milagro del suicidio del franquismo y el clarividente Felipe aprovechó la filosofía de la transición para instalar un sistema que se tornó en corrupto y que aprovecharon descaradamente el  PSOE y sus allegados.

Felipe nos dejó una extensa lista de casos de corrupción,  caso Kio, caso fondos reservados, caso Rumasa, caso Filesa, caso Ave, caso Guerra, caso Sarasola, caso Gal, caso PSV y otros muchos, en los que el PSOE fue condenado por financiación ilegal y varios miembros del mismo, entre otros Aida Álvarez, responsable de finanzas, Luis Roldán, Director General de la G. Civil o el Ministro José Barrionuevo dieron con sus huesos en la cárcel. La cooperativa socialista PSV se fundió los ahorros de casi veinte mil cooperativistas en su mayoría obreros y afiliados a la UGT, dejándolos sin ahorros y sin vivienda.

Durante el gobierno de Zapatero tampoco se dejaron ver los más de cien años de honradez del PSOE que se vio envuelto en casos como Campeón en que presuntamente estaba implicado el Ministro José Blanco y la trama andaluza de los ERES, hoy sentenciada pero con más de  700 millones de euros sin reclamar y sin devolver  y los cursos de formación, más escandalosa aún donde se investiga la desaparición de más de 2.000 millones de euros en cursos de formación que no se llegaron a realizar y que fueron a parar presuntamente a las arcas del PSOE, UGT y CCOO. El mayor caso de corrupción de la democracia que la juez Núez Bolaños, investigada por el CGPJ, en parte archivó, retrasó y dio lugar a que prescribieran muchos delitos imputados a miembros del PSOE.

Hace un par de días por fin salió la sentencia de los ERES, una sentencia atrasada a conveniencia del PSOE al que da la impresión de que la Justicia está sometida. En fecha convenida,  sin filtraciones y con una cobertura mediática irrisoria de los paniaguados de la izquierda, periodistas a comisión que corean lo de unos y silencian lo de otros. El caso Gurtel  con el tejemaneje del juez De Prada, ya apartado del caso por la Audiencia nacional “al considerar que ha perdido  la apariencia de imparcialidad necesaria para enjuiciar tales hechos” motivó la caída injustificada de Rajoy y tanto el PSOE como la chusma periodística apesebrada repitieron hasta la saciedad lo del Partido corrupto e hicieron causa común y bandera de la corrupción en el PP haciéndonos recordar el viejo proverbio que dice que “vemos la paja en ojo ajeno y no la viga en el nuestro”.

Treinta o cuarenta millones de la Gurtel cobrados en comisiones denota la presencia de un grupo de sinvergüenzas que aprovecharon su cargo para medrar y enriquecerse pero  la justicia no ha condenado al PP por financiación ilegal, sí en cambio al PSOE, único Partido condenado hasta ahora en España por este delito. Lo de los ERES y los cursos de formación alcanzan un montante el torno a los tres mil millones de euros, cantidad infinitamente superior a la del caso Gurtel, con el agravante de que en el caso andaluz los dirigentes del PSOE robaron a los pobres y obreros a los que dicen defender, unos bandoleros atípicos porque a diferencia de los auténticos, éstos robaban a los pobres para repartírselo entre los ricos o enchufados del Partido.

Vista la sentencia,  el licenciado de piedra no despega el pico y su adlátere  Ábalos, mostrando una desvergüenza sin igual  va y dice que los condenados no eran del PSOE, no militaban en el PSOE. A continuación los paniaguados periodistas de pesebre camuflan la noticia entre crónicas pueriles y sandeces, empequeñeciendo la sentencia y argumentando que los de la cueva de Alí Babá no se habían enriquecido personalmente. En el PSOE olvidan que tuvieron a Chaves como presidente de la Junta de Andalucía y como Ministro y Vicepresidente del Gobierno de la Nación (25 años).  A Griñán, como Presidente de la Junta de la que antes fue Consejero de Salud y como Ministro de Trabajo y Sanidad (15 años);  a Gaspar Zarrías que fue Vicepresidente de la Junta, Consejero de Presidencia y de Industria y Secretario de Estado (16 años). Y Magdalena Álvarez que fue Ministra de Fomento, Consejera de Economía y Vicepresidenta del Banco Europeo de Inversiones (19 años). Solo con estos cuatro de entre los  19 condenados suman 75 años de permanencia y acumulación de cargos en el PSOE como para que ahora venga el cara dura y olvidadizo Ábalos a decirnos que no los conoce.

Desde la vuelta del PSOE de su letargo de 40 años en los que permaneció durmiente y solamente alimentado por  las reservas de oro robadas durante la guerra,  no han hecho los socialistas otra cosa que robar. Le robaron a Ruiz Mateos sus empresas, les robaron los fondos a los huérfanos de la Guardia Civil, les robaron los depósitos a los obreros que se fiaron de una cooperativa socialista de viviendas, etc. etc.

Pero no es solo el robo de cosas materiales y tangibles. Los socialistas y su PSOE nos robaron la división de poderes y por ende la independencia judicial (Montesquieu ha muerto, Alfonso Guerra dixit). Tras el atentado de Atocha nos robaron la jornada de reflexión con el intoxicador Rubalcaba lanzando bulos y fomentando falsedades.  Llegó Zapatero en tren y comenzó por robarnos la paz de la transición haciendo revivir la llama del odio entre izquierda y derecha, entre vencedores y vencidos de una guerra olvidada que perdieron todos. Nos robó también el bienestar alcanzado en dos legislaturas de Gobierno de Aznar y por no querer ver la crisis que se avecinaba mandó al paro a  varios millones de españoles. Robó la dignidad de los trabajadores que se vieron forzados a perder sus viviendas para ir a comer de la pensión de los abuelos.

Los socialistas y su PSOE nos están robando la historia, bien tergiversándola o bien fraccionándola al gusto e interés de las taifas. Nos roban el derecho a una educación digna y elegida por los padres en su continua guerra contra la enseñanza concertada o privada, a la que sí acuden ellos con sus hijos. Pretenden una educación de mínimos para igualar por abajo y crear una sociedad de incultos y asilvestrados. Nos están robando las oportunidades de extender la marca España con sus productos y negocios por una simple visión sectarista y  un descomunal desprecio a la mayor potencia industrial del mundo, donde radican según la izquierda todos los demonios del mundo mundial. Nos roban el tiempo que nos hacen perder en quimeras electorales y el que debíamos emplear en consolidar el crecimiento de los últimos años y prepararnos para la crisis que viene. Nos roban  la ilusión que albergábamos al haber superado una crisis y ver como nuestros hijos empezaban a encontrar oportunidades, ahora que volvemos a la cuesta abajo. Nos roban la cartera con una política agresiva de impuestos con los que pretenden arrancar la nueva legislatura. Nos están robando el futuro aniquilando la clase media que levantó España en la segunda mitad del pasado siglo. Por último nos están robando el derecho a sentirnos orgullosos de ser españoles tratando de fascista a cualquiera que enarbola una bandera de España y enalteciendo el independentismo catalán convertido ahora en terrorismo y todas sus manifestaciones, pasándose por el arco del triunfo la Constitución, el orden y la convivencia pacífica. Nos quieren robar España para volver a los reinos de taifas, donde cada ladrón pueda hacer  su cosecha.

No quiero terminar este artículo y sería injusto sin reconocer que dentro del socialismo hay muchísima gente honesta, que cree en los principios que sirvieron de base a la transición, España, el perdón por todo cuanto malo surgió de ambos lados y un futuro que había que ganar entre todos y con el esfuerzo de todos. A ellos y a todos estos ex dirigentes socialistas que hoy disienten del errático rumbo que impone Sánchez y preparan un manifiesto para intentar hacerle volver al buen camino, mis respetos y mi deseo de que lo consigan.

Esto es el socialismo español. Este es el PSOE donde ya sobran la “O” y la “E” y que muchos dan ya en llamar el Partido Sanchista en vez de Socialista. Mi marido trabaja en “la PSOE” dicen muchas mujeres andaluzas. Susana y Sánchez se afanan en cargarse el uno al otro las culpas; Ábalos dice que no conoce a nadie y Pablo Iglesias les pone la música.

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PSOE, el latrocinio en sus genes

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