Sánchez recibe a Page entre Leslie y Michael

Entre dos ciclones Leslie y Michael que tanta agua y desgracia están dejando sobre la península, se producía esta mañana el tan esperado encuentro de García-Page y Sánchez, ¿esperado?

Cierto que si uno miraba la agenda en Moncloa apenas dejaba muchas horas para el encuentro, pues se anteponían los presupuestos que en Consejo extraordinario se les daba el beneplácito para que juzgue Europa, muy ocupada con la salida de los británicos, que siguen comprando pisos sin parar en las playas de Levante, y los manejos italianos en sus cuentas deficitarias.

Reconocida ya la desaceleración para los próximos dos años, de momento en una nueva décima, los presupuestos pactados con Podemos y que cuentan con el techo de gasto del PP, esperan aumentar ingresos recaudando a través de los que ingresen más de 130.000€, las entidades financieras y la publicidad digital, entre otras novedades, también inciden sobre las energéticas buscando a las renovables, aún sin saber bien cómo, y avanzan en el cambio de los coches diésel por híbridos o eléctricos, con una mayor tributación para el gasoil que según productores son menos contaminantes, algún gerente de Renfe ha probado estas medidas de ahorro en los trenes de Extremadura-Madrid en este puente.

De todos modos, son los socios independentistas los que tendrán la última palabra, que de momento se mantiene en la libertad para los secesionistas y el referéndum de autodeterminación renovado en sus continuas propagandas ahora con las celebraciones de Companys, sin duda alteradas por las peticiones de ayuda para mitigar las recientes inundaciones.

Bien, de otro lado, parece poco tiempo de reunión apenas dos horas, teniendo en cuenta que García-Page ha de recordarle más de un centenar de peticiones, entre las que destacan la igual de trato en materia de financiación, el mapa de infraestructuras regional con el AVE en Talavera (motivo del regalo a Sánchez), la autovía de Puertollano a Extremadura -diez años parada-, o la olvidada ya de Albacete a Jaén, por supuesto la gestión del agua en el trasvase del Tajo y el cementerio nuclear de Villar de Cañas. Pero también es cierto que ante las próximas elecciones de los unos y los otros, los temas son meros recordatorios entre gobiernos a corto plazo, siendo el más urgente el medioambiental, aunque juguemos en un escenario de nuevas lluvias y poca sequía.

La tan luchada mejora en financiación se quedará por el momento a la espera de los lazos amarillos, Ábalos parece que tendrá a bien desempolvar obras si tiempo le queda para ello, prisas tampoco hay muchas, conciencia medioambiental también, pero a su debido momento y el cerrojazo a la ATC aún no está sellado.

En la recepción se siguió el protocolo, esta vez sí, y no tendremos nuevos memes como los de la Fiesta Nacional en Zarzuela. Pero qué trágico es el tiempo para la estabilidad económica, cierto que no tanto como para la política.

Claro está que todo sigue siendo cuestión de tiempo para Castilla-La Mancha, y de “lazos amarillos” para España.

Blog: El Secreto del Hormiguero

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