“Sola y borracha quiero llegar a casa” es el grito del nuevo feminismo que Podemos y su  aprendiz de pitonisa, Irene Montero, que predice que, desnudas o borrachas, los derechos de las mujeres nunca más se perderán en callejones oscuros, así como si en este país las mujeres estuvieran sujetas a las restricciones de la sociedad islámica y no pudieran ejercer libremente en cualquier momento de su vida. “…ni cómo vistes, ni si has bebido, NADA, justifica o atenúa una agresión sexual” dice la Ministra titular y consorte, como si en cada esquina de cualquier ciudad española hubiera un “salido” o grupo de ellos esperando a que pase una minifaldera borracha a las cuatro de la mañana para agredirla sexualmente ( robarle el bolso y el móvil ya no tiene importancia.

La chapuza del anteproyecto de ley ha sorprendido a técnicos y juristas que a marchas forzadas le han tenido que hacer un lavado de cara para hacerlo presentable ante el Consejo de Ministros. Nueva discrepancia entre éstos con velados insultos del macho alfa herido en su soberbio emparejamiento. Nuevo encontronazo entre la mayoría socialista y el incómodo Vicepresidente que, como era de esperar, hará de mosca cojonera a lo largo de la legislatura y creando un gobierno paralelo que en lo poco o mucho que pueda intentará segarla la hierba por debajo de los pies al que ya empieza a tener pesadillas nocturnas.

Según cuentan los que están cerca del entorno monclovita, cada día hay más distancia entre el Gobierno real y el gobierno en la sombra dirigido por Rasputín Redondo y por lo que se ve venir, no sería extraño ver dentro de muy poco la coexistencia de tres gobiernos, haciendo el chiste fácil del “tres en uno” decide, controla, estorba o la moderna trinidad, tres personas  distintas y un solo dios verdadero. La ley Montero, aparte de buscar lucimiento en el día internacional de la mujer, tiene también el trasfondo de hurtar el protagonismo  al feminismo socialista encabezado por la Vicepresidenta Calvo, imponiendo un nuevo modelo en contra del feminismo histórico que no ha  tardado en manifestar su desacuerdo con el producto de esta engreída Ministra de origen alcoba.

Al príncipe de los príncipes en sus ratos de insomnio le toca ir dando una de cal y otra de arena para mantener mínimamente cohesionado a un Consejo de Ministros en el que andan dos por tres calles, que confluyen en el callejón donde Rasputín Redondo parte el bacalao. Frente a la acusación de “machista frustrado” que el Vicepresidente  hace al Ministro de Justicia y aún a la vista del descojone de los técnicos de éste y de los entendidos en la materia, Sánchez ha dejado paso libre a la Ministra podemita para que el día 8 se le suba a la chepa; sin ninguna razón lógica, a no ser que este día 8 sea el de la cal y luego vengan otros, los de la arena, que llegarán después con los dictámenes del Consejo General del Poder Judicial, El Consejo de Estado, la Fiscalía, el debate parlamentario y al final la mayoría absoluta que requiere la aprobación de una Ley Organica y la modificación del Código Penal. La Ministra por consorte saldrá a la calle con el anuncio del siglo “Ley Orgánica de Garantía Integral de la Libertad Sexual”, ahí es nada y sus coríferas se desgañitarán gritando “Sola y borracha, quiero llegar a casa” o aquella otra más subida de tono “no nos duele la cabeza, es que no sabéis f…”

En fin, la pesadilla le llegó antes de lo esperado y aunque al Vicepresidente su Universidad le ha salido respondona y su Vistalegre  III ya no será en el coso madrileño sino en algo más familiar,  en Leganés,  por eso de estar, ya que pocos más juntos, como La Marina en desfile; lo cierto  es que le produce más interferencias al Gobierno que Franco a Radio Pirenaica. Insulto del Vicepresidente  y el “tarado de la Pampa” al Ministro de Justicia. Injerencia en los asuntos del Ministerio de Agricultura azuzando a los agricultores contra su propio Gobierno y ninguneando al Ministro del ramo. Injerencia de la Ministra de Trabajo en el tratamiento del coronavirus. Apropiación sin motivo de las subidas salariales que otros anteriores habían acordado y todo ello con el beneplácito del príncipe de la Moncloa, que a buen seguro sueña con poder ser por un lado Felipe VI y por otro Pablo Iglesias.

Hoy se reúne la comisión del “mutuo entendimiento”. Acabarán acordando un fin de semana esta vez en Doñana, se hincharán de esos sapos del mar que tienen muchas patas y vuelta a Madrid a seguir aparentando. Sánchez ha metido a la zorra en el gallinero y de momento se dedica a desplumarlos, gallos y gallinas; después ya sabemos lo que viene. El coronavirus es mejor aliado de Sánchez que su socio podemita. Mientras éste se aplica en acaparar protagonismo y poner palos en la rueda, el primero hace de tapadera a los escándalos y tropelías legislativas del coaligado desgobierno. El ejército de pseudo periodistas paniaguados de los medios afines se encarga de ello y cuando Cayetana Älvarez de Toledo les dice las verdades del barquero, unos y otros, hasta los suyos, se rasgan las vestiduras.

Ánimo chicas, ya sabéis que la Ministra ha puesto de moda la borrachera nocturna. Si llegáis a casa semidesnudas y borrachas, a las cuatro de la mañana y no os pasa nada, no penséis que es por el bodrio de ley de la Ministra consorte sino porque España es un moderno Estado de derecho en el que un artículo de su Constitución, el 14 dice que: “Los españoles son iguales ante la ley, sin que pueda prevalecer discriminación alguna por razón de nacimiento, raza, sexo, religión, opinión o cualquier otra condición o circunstancia personal o social”. Y además de decirlo los españoles respetamos lo  dicho aunque algunas mentes retorcidas se empeñes en ver fantasmas en cada esquina.

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Sola y borracha…

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