Creíamos que una vez formado el Gobierno y dedicado cada uno a lo suyo íbamos a pasar de una situación de tensión y sobresaltos a otra de tranquilidad y sosiego rallando en el aburrimiento. En absoluto, el ruedo nacional está más que animado, los Tribunales de Justicia petados, los independentistas avisados, los podemitas ridiculizados, los del 3% dispuestos a cantar y ya en clave local, un escrache en el Pleno de Diputación y un celo excesivo en la Policía Local.

Los Tribunales no dan abasto, aunque sin generalizar, porque si bien los  catalanes están que arden con el 3% y sus derivados, los andaluces parecen haber caído en el letargo propiciatorio de las prescripciones y en la AN parece que se las cogen con papel de fumar (las sentencias) y tardan y tardan y tardan.

A los independentistas catalanes la “justicia catalana” les ha mandado un aviso a través de Mas y sus pupilas Irene Rigau y Joana Ortega. Un aviso pequeño, tímido, casi que de compromiso, “perro no come perro”. Ahora falta que la AN se decida a ver qué hace con el tal Homs, paladín arrogante y quijotesco de causas perdidas. De la AN depende que el aviso a navegantes “hispano huyentes” sea intimidatorio o una simple recomendación. Recomendación la que la fiscalía hace a los del 3% para que entonen el mea culpa suyo y ajeno a cambio de rebajas en “la Modelo”, que ya cierra. A Mas le pone de los nervios, más que los dos años de inhabilitación –ya estaba prácticamente inhabilitado por los suyos- el hecho de que alguien salga por “soleares” en los juicios actuales y pendientes y le retiren el título heredado de “Molt Honorable”.

Por Madrid los podemitas y sus secuaces emulan a Paco Martínez Soria en su actuación en “Don Erre que erre” y siguen en su empeño de atentar contra “el Régimen”, la tradición, la cultura, la religión y todo lo que lleve el apellido de español,  -no hispano, por no ofender- porque les suena a antiguo, a casta, a fascista. Pretende el enardecido Pablemos que se suprima la misa en La 2 cuando en ese canal la mañana de los domingos está reservada a espacios de diferentes confesiones religiosas en un claro propósito de establecer democracia, libertad e igualdad en un Estado aconfesional. La bofetada a Pablemos ha sido de órdago y el pasado domingo la misa en La 2 registró el mejor dato histórico  con  1.217.000 de espectadores y un 21,3% de cuota de share.

Por otro lado Carmena avisa de que en 2025  -y lo controlará personalmente- solo circularán por el centro de Madrid los coches de caballos, cuyo excremento es ecológico y los gases expulsados por los equinos serán recogidos y tratados para no aumentar la contaminación. También va a ir de okupa en el Arco de la Victoria –vulgo Puerta de la Moncloa-, que pertenece a la Comunidad de Madrid, para instalar en él un centro de interpretación de las  345 checas madrileñas en las que fueron asesinados casi dos mil prisioneros, la cuarta parte clérigos y una exposición monográfica de las siete fosas de la  matanza de miles de presos en Paracuellos y de la gloriosa defensa de Madrid bajo la pancarta del “no pasarán”.

Volviendo al terruño, menuda la que se ha liado en el Pleno de la semana pasada en Diputación, donde un grupo de empleados de la misma han protestado por el incumplimiento  de un sospechoso asunto de prebendas y gabelas en forma de productividad. Claro que, no hubiera pasado nada si las protestas e insultos hubieran ido encaminados contra los políticos del PP, pero no, en este caso fueron contra la portavoz de Ganemos y eso es execrable, condenable, antidemocrático y un largo etc. No parece ser que a la izquierda le siente bien lo que aconsejan para la derecha pero de cuando en cuando el escrache se convierte en búmeran  y vuelve a quien lo promocionó y, aún llevando razón en este caso la portavoz de Ganemos, no viene mal que de cuando en cuando prueben sus misma medicina.

En cuestiones de seguidismo de las políticas de Tráfico se suele decir que cuando en Madrid estornudan en Albacete se constipan y eso les pudo pasar el lunes a las once de la noche a un grupo de agentes de la Policía Local a los que se había ordenado establecer un control de cinturón de seguridad. Los controles de velocidad o de consumo de alcohol y drogas son efectivos por ser disuasorios pero pierden su efectividad si no se tiene en cuenta el principio de  oportunidad. Un control de alcohol un martes a las doce de la mañana en los invasores, por ejemplo, pierde toda la efectividad porque no es oportuno. Por la misma razón, un control de cinturón de seguridad, por mucha campaña que impongan desde la DGT, el lunes a las once de la noche en la Posada del Rosario, con un frío polar y lloviendo a cántaros, no creo que el problema mayor de la Policía Local fuera saber si los pocos conductores que circulaban a esa hora llevaban puesto el cinturón. En cambo sí es posible que fueran necesarios en determinadas zonas de la ciudad donde las inundaciones han obligado incluso a la evacuación de vecinos. Alabo su profesionalidad y confieso que me molestó ver cómo estaban aguantando el chaparrón, empapados hasta los ojos por una causa de mínima importancia en esos momentos. Desde luego, quién programase esa actividad debe cuidar muy poco de los que de él dependen o debe preocuparle más el poner cuatro multas que estar preparado para las incidencias del enorme aguacero que duró todo el día.

De Pedro I “el guapo” –ya no digo el breve por si las moscas- y del ratón de Susanita ya trataré otro día. Van a dar mucho juego en estos dos meses.

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No hay tiempo para aburrirse

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